Cuando, a partir del Real Decreto de 1985 de regulación de la educación especial, se empezó a utilizar la expresión “alumnos con necesidades educativas especiales” en lugar de alumnos de educación especial, siguiendo la nomenclatura acuñada por el informe de Mary Warnock y la posterior ley británica de 1981, no se trataba únicamente de sustituir un lenguaje connotado negativamente. Muy por el contrario, detrás de ese término se encuentra un concepto cuya principal novedad se refiere a la necesidad de entender estos problemas desde un enfoque interactivo. No pueden comprenderse las…