Hace años algunos sostenían que el aprendizaje de las ciencias se producía casi exclusivamente en el aula. Es cierto que las tradiciones y costumbres populares siempre han operado en las creencias y en los conocimientos del alumnado pero aparentemente la incidencia era menor o, por lo menos, la notábamos menos. El “peso” de la escuela era mucho mayor desde todas las perspectivas (personal, social, contextual…) y esto probablemente se proyectaba en una mayor credibilidad y valoración de la importancia de los contenidos que se impartían.
Hoy día casi nadie se atrevería a sostener que…