Algo no va bien en la enseñanza de las ciencias cuando nos sentimos en la obligación de tener que justificar, no ya la necesidad, sino incluso la conveniencia de dirigir nuestra mirada fuera del aula.
Si las ciencias de la naturaleza son un conjunto de conocimientos que nos ayudan a analizar e interpretar el mundo que nos rodea; si las teorías, leyes y principios han sido creados, inventados, por los científicos para entender mejor los fenómenos naturales y poder predecirlos; si uno de los criterios de valoración de toda teoría científica es su capacidad para explicar dichos fenómen…