Los períodos de confinamiento debidos a la pandemia en muy distintos lugares del mundo han tenido múltiples efectos en la Tierra. Las medidas adoptadas para controlarla han reducido de manera importante algunas actividades humanas como el tráfico, la industria, la construcción o los viajes, y esto ha ocasionado una disminución drástica de las vibraciones del suelo y en consecuencia del ruido sísmico. Esta situación ha permitido o puede permitir «escuchar» mejor a la Tierra y obtener datos sobre la actividad humana, que pueden utilizarse para monitorizarla y valorar el impacto de las medidas…