Me gusta tocar en clase el tema de los “oficios”, aunque aparentemente vaya en contra de “la modernidad”…, de la libre elección (¿o de ?). Y me gusta porque da paso a las familias a venir a contarnos en qué y cómo trabajan, o bien de explicárselo a sus hijos en casa, además de suponer un acercamiento a la realidad con el sencillo reconocimiento de que dedicarnos a alguna labor nos es preciso a la mayor parte de la gente (si queremos comer). Sin olvidar la pincelada de futuro que esbozan los deseos en el aire y que, aunque totalmente impregnada de magia y de juego, no está nunca de …