Redactamos documentos llenos de buenas intenciones, con las últimas modas y tendencias educativas, pero ¿quién «inspecciona» que lo escrito en un papel impregne la vida de los centros escolares y de las criaturas? En este artículo de opinión, Sandra Mediavilla plantea la necesidad de hacer una revisión de aquellos que tienen la función de supervisar, pero asimismo de asesorar y ayudar.