Las condiciones en las que crecen hoy los niños y las niñas son distintas a las de aquellas personas que tuvieron la posibilidad de vivir su infancia sobre todo fuera de sus casas. No solo son nuevas porque se haya perdido el sentimiento de vecindad, la solidaridad y la seguridad, sino sobre todo porque las relaciones sociales se han vuelto más complejas y las distancias más amplias. Este capítulo trata sobre la importancia y la necesidad de que los niños y niñas salgan de casa.