Es evidente que el trabajo escolar resulta más eficaz y satisfactorio si se desarrolla de manera colaborativa y en grupos donde la participación es fluida. Ahora bien, los miembros de la comunidad escolar no siempre estamos dispuestos a participar. El caso es especialmente difícil de resolver si esa actitud individualista y poco solidaria se manifiesta entre algunos miembros del profesorado. Las causas de la falta de implicación y de participación pueden ser múltiples. En organizaciones como los centros escolares, una de ellas suele ser la impresión que tenemos de que el poder y la autorida…