Para los niños y las niñas es complicado distinguir entre aquello que es real y lo que es imaginario, lo cual se manifiesta también en el juego simbólico, debido a su gran implicación en este juego. La influencia del adulto se vuelve, por lo tanto, imprescindible, ya que, como veremos a continuación, de sus creencias dependerá que los niños y las niñas puedan llegar a distinguir realidad y fantasía.