Hace algún tiempo, entre los escolares el presunto acoso comenzaba con insultos, finalizando en algunos casos con bofetadas y/o patadas. Generalmente, todo podía quedar ahí sin pasar a otras situaciones más dramáticas. No se utilizaban medios mucho más sofisticados. Contrariamente, y aunque las escuelas de nuestro país no llevan mucho tiempo con este problema del acoso escolar, es posible asegurar con toda certeza que aquellos métodos para masacrar pueden ser considerados prehistóricos, tanto por el “fondo” como por la “forma”, por los contenidos del …