El oficio de maestro es una profesión compleja. Resulta difícil encontrar a alguien que no hable bien de ella. Todo el mundo sabe, gobernantes incluidos, que invertir en educación tiene efectos positivos a largo plazo. La globalización nos la ha hecho más complicada y nos sitúa cada día ante un gran número de posibilidades que, al mismo tiempo, pueden convertirse en obstáculos: la cantidad de información disponible, los avances tecnológicos, escuelas con composiciones muy diversas, etc.