Saber hablar significa dominar un repertorio variado de géneros discursivos, que incluye varias actividades comunicativas (anécdotas, historias, descripciones, definiciones, instrucciones…) y otras situaciones y retos retóricos basados en la improvisación. En este capítulo se plantean varias posibilidades didácticas con varios tipos de textos, situaciones y retos retóricos, necesarios para los procesos de enseñanza y aprendizaje de la oralidad.