Las autoras de este capítulo realizan una revisión de la situación y perspectiva de la educación artística en relación con la enseñanza de calidad, al arte y a la formación estética como valor así como con la clara necesidad de la interacción interdisciplinaria con el uso de diferentes herramientas metodológicas. Además se hace énfasis también en el esfuerzo y la evaluación de los aprendizajes como condiciones básicas de la calidad del sistema educativo.