El trabajo en los centros a través de tareas integradas –o aprendizaje basado en proyectos– se nos presenta como una de las estrategias metodológicas más enriquecedoras para construir la identidad de un centro, pero también como base para desarrollar la autonomía pedagógica en la enseñanza secundaria e impulsar los procesos de innovación que aspiran a convertir al alumnado en el protagonista de su proceso de enseñanza-aprendizaje.