De regreso de las vacaciones de verano y del periodo de confinamiento, después de meses de no convivir como grupo y no venir a la escuela, cada criatura con una mochila cargada de experiencias dispares, observamos que en uno de los grupos de sexto el clima de aula requiere una intervención específica. Hay demasiadas cosas por decir y, al mismo tiempo, muchas emociones que no se han podido digerir.