Las teorías evolutivas suelen utilizar el concepto de mutación. La mutación genética de una especie es un mecanismo que la naturaleza pone al servicio de los seres vivos para que evolucionen y logren una mejor adaptación a su entorno. Una serie de mutaciones afortunadas producidas a lo largo de miles de años han hecho que las arañas sean arañas, que los gatos sean gatos y que nosotros seamos quienes somos. De no haberse producido este proceso de modo continuado durante unos cuantos millones de años, tal vez las arañas no habrían sobrepasado el nivel de vida de los microorganismos…