Hace años que se viene diciendo que la creatividad es para unos pocos dotados. Sin embargo, todos tenemos capacidades creativas y el mejor modo de aprender a crear es empezar desde bien temprano a recorrer caminos nuevos. Como veremos en este capítulo, no hay más que ver a los alumnos y alumnas en sus mil y una probaturas, tejemanejes, mezclas e inventos. En sus producciones de todo tipo: sus ciudades hechas con maderitas, sus casas para hormigas en el arenero, sus máquinas del tiempo, su cemento puro hecho con el barro del patio, sus bailes, sus tesoros, sus pinturas, sus secretos……