El nacimiento de una persona no convierte su vida en una certeza, es solo una posibilidad que depende de que haya otras personas que la cuiden (somos interdependientes) y de todo lo que nos proporcionan los ecosistemas de los que formamos parte (somos ecodependientes). Sin embargo, el sistema educativo permanece, en la mayor parte de los casos, ajeno a esta realidad. Por eso, es importante tener espacios para debatir y pensar cómo construir comunidades educativas que pongan los cuidados y las vidas en el centro.