Las actividades físicas artístico-expresivas desarrollan el potencial expresivo, comunicativo, estético y creador del niño. Pero para poder hacerlo con éxito precisamos herramientas didácticas, de acuerdo con los nuevos paradigmas educativos, que posibiliten llevarlo a cabo de forma práctica en el aula. En el presente artículo reflexionamos sobre los principios que deben regir su diseño e implementación, utilizando los recursos que nos brindan los procesos creativos, y proponemos un modelo de intervención didáctica elaborado específicamente para tal fin: el proceso 3-E.