Tom Stoppard, que ya había sido el responsable del guión de Shakepeare in Love (1999), tiende de nuevo un puente entre la literatura clásica y el cine. En esta ocasión, el reto es muy ambicioso: ni más ni menos que adaptar para el cine una de las novelas de referencia del realismo y de la literatura universal, Anna Karénina, de Lev Tolstói.