El espíritu de estas actividades de proporcionalidad geométrica es que el alumnado aprenda mientras se divierte. Cada alumna y alumno construye su propio pensamiento matemático, desarrollando su autonomía a través de una experiencia que es, a la vez, inclusiva. Se fomenta la democratización en el aula de matemáticas para que cada uno encuentre su lugar dentro del grupo, relacionándose con su entorno.