Los tiempos extraescolares de niños, niñas y jóvenes son objeto de reflexión y controversia social. El debate es recurrente, con voces favorables y contrarias a la jornada continua y a la saturación de agenda con actividad extra. Tomando como punto de partida la necesidad de tiempo para jugar y de ocio, se propone la búsqueda de equilibrio entre este y el dedicado a la actividad académica y extraescolar.