De lo que digo y pienso que hago… a lo que en realidad hago. De lo que decimos hacer en equipo… y hacemos. De hacer sin pensar… a pensar el quehacer.
Vivimos en la época de la inmediatez y la rapidez, del consumo desmesurado y sin sentido, del «lo quiero, lo tengo». ¿Es así como queremos educar a los niños y las niñas? ¿Son esos los valores humanos que les queremos transmitir? ¿Es esta la forma de llevar a cabo la función docente con rigor y profesionalidad?….
La infancia y la profesión merecen algo mejor, más profundo y meditado. Paremos y pensemos antes de actuar.
Sandra Mediavilla…