Recientes estudios y encuentros han vuelto a poner en el punto de mira la cuestión del acoso escolar. No sería adecuado alarmar injustificadamente, pero hay que reconocer que los motes, las amenazas, los insultos, las humillaciones, las collejas, etc., cobran cada vez un papel más relevante en los centros escolares. Ante ello, no parece que minimizar el problema o mostrarse indiferente sea la mejor opción.
Es cierto que no se trata de un fenómeno nuevo, pero todo parece apuntar a que va a más. Nuestra sociedad tiene características diversas y una de ellas es un cierto clima de violenc…
