No solo se aprende en la escuela. Este artículo presenta una práctica en la que todo el mundo tiene un rol destacado en el proceso de enseñanza-aprendizaje, donde podemos poner a disposición de los demás aquello que sabemos o hemos aprendido fuera y dentro del ámbito escolar. Estos procesos de transferencia de conocimientos generan identidad de aprendiz, y predisponen a hacerlo a lo largo de la vida. Asimismo, si el centro educativo se organiza basándose en estos principios, se inician procesos cualitativos de mejora institucional.