Bones pràctiques d'escola inclusiva

Cataluña ha avanzado en la inclusión escolar desde el Decreto 117 de 1984, pero todavía no supera el 65% de escolarización inclusiva a niveles infantiles y primarios, con una caída a secundaria. Se busca un modelo educativo inclusivo, que requiere un marco legislativo claro, posar recursos cerca del alumno, y la responsabilidad compartida del profesorado. Se hace énfasis en la educación especial como recurso, la cooperación entre docentes y el aprendizaje entre iguales para eliminar barreras y fomentar una inclusión total.

La educación inclusiva, como utopía, busca eliminar barreras para todos los alumnos, requiriendo un compromiso colectivo para innovar y mejorar continuamente hacia una sociedad más justa. Seguidamente se hace una breve explicación, reflexión y análisis de las experiencias seleccionadas de las «Escuelas en movimiento» procedentes del proyecto Buenas prácticas inclusivas, promovido por la Plataforma Ciudadana por una Escuela Inclusiva.

La escolarización de en David en la escuela cuna La Casa de los Árboles, en l'Hospitalet de Llobregat, ejemplifica una práctica educativa inclusiva exitosa. Con el apoyo de un equipo multidisciplinario y entidades como lo CREO Joan Amades, CDIAP, y CREDA, la experiencia muestra la integración eficaz de un niño con necesidades especiales. El enfoque inclusivo de la escuela, que promueve la participación familiar y una educación centrada en el niño, refleja la importancia de la atención individualizada y el trabajo en equipo. La valoración positiva de este caso resalta el potencial de la educación inclusiva para enriquecer a todos los participantes, subrayando la necesidad de un cambio hacia prácticas más inclusivas dentro del sistema educativo.

El CEIP Folch y Torres, en Esplugues de Llobregat, ejemplifica un modelo educativo inclusivo, integrando eficazmente alumnos con necesidades especiales en el entorno ordinario. Mediante la colaboración entre el equipo educativo y entidades externas, y con el apoyo activo de la comunidad educativa, la escuela fomenta la participación de todos los alumnos y persigue una mejora constante hacia la inclusión total.

El CEIP Joan Maragall de Rubí realiza un proyecto para construir un tipi, donde destaca la participación de Yassin, un niño con discapacidad visual. A través de la colaboración, l´adaptación de materiales y l´enfoque multisensorial, se impulsa la inclusión y la cooperación. La contribución de toda la comunidad educativa enriquece la experiencia, reafirmando la metodología de trabajo por proyectos como medio para el aprendizaje inclusivo y práctico.

El proyecto del IES Ribera Baixa, situado en el Prat de Llobregat, ha implementado Unidades de Apoyo en la Educación Especial (USEE) por alumnas de ESO con necesidades educativas especiales, enfocándose en la inclusión y adaptación curricular. Desde 2004, esta iniciativa ha promovido la participación activa en aulas ordinarias, con adelantos significativos en comportamiento y competencias académicas, a pesar de retos como el absentismo. La colaboración interdisciplinaria y el uso de recursos específicos han estado clave para el éxito del proyecto.

El Colegio Immaculada Concepció, en Gavà, promueve la inclusión de un alumno de ESO con autismo, utilizando estrategias como la adaptación curricular y el apoyo en actividades. Prioriza la autonomía, las habilidades sociales y el uso de recursos como ordenadores. Las actividades de sensibilización fomentan la integración y aceptación de la diversidad, mostrando mejoras en el alumno y destacando el entorno inclusivo.