El portafolio paso a paso

Este capítulo es una introducción y justificación de las diez fases del proceso de creación del portafolio. En ese sentido, recoge las razones por las cuales utilizar los portafolios fomenta el aprendizaje basado en el alumnado, proporciona información básica sobre la evaluación y la calificación y ayuda a superar el obstáculo de la acumulación de papel. El capítulo se cierra con un apartado dedicado a la implicación de las familias en el proceso mediante un ejemplo de caso real y conclusiones.

Este capítulo es un resumen sobre cómo ayudan los portafolios a la educación centrada en el alumnado y a configurar una práctica adecuada al desarrollo de los niños y niñas en la educación infantil y primaria. Para ello, por un lado, se explica detalladamente cómo la evaluación basada en portafolios recoge información de las siguientes categorías informativas: las necesidades individuales dentro del grupo, el conocimiento del desarrollo infantil y el conocimiento de la diversidad. Por otro lado, este capítulo destaca la importancia de las familias en el proceso de creación de portafolios. Pero, ¿cómo implicamos a las familias? El capítulo ofrece una explicación detallada dividida en fases y a continuación, explica de qué manera ayudan los portafolios a la formación del profesorado. El capítulo finaliza con una reflexión y conclusión.

En este capítulo, se proporcionan algunas ideas acerca de cómo aplicar la evaluación basada en portafolios. Existen varias maneras de prepararse antes de comenzar a aplicar las diez fases del proceso de creación de portafolios, aún así en el capítulo se describen de manera muy sencilla algunos ejemplos a modo de ayuda. Asimismo, se detallan algunas sugerencias para llevar a cabo en este momento de preparación, junto con ejemplos y cuestiones para reflexionar. Por otro lado, dada la importancia de la implicación de la familia en la evaluación basada en portafolios, se presenta una muestra práctica para compartirlo con las familias y así, evaluar también desde casa. El capítulo finaliza con una conclusión y reflexión por parte de las autoras acerca de los modelos de las diez fases.

En este capítulo se abordan, en primer lugar, los tres tipos de portafolios: los portafolios privados, los de aprendizaje y los acumulativos, que se comparten con los futuros maestros de los alumnos. A continuación, se concretan con detalle los distintos elementos que pueden recopilarse e incorporarse en ellos. En el capítulo se presentan muestras de trabajo de niños y niñas, profundizando en los diarios de aprendizaje, las fotografías, las anotaciones escritas y los documentos de audio y video. Además de incluir estas muestras mediante ilustraciones y ejemplos reales, se exponen comentarios acerca de las anotaciones escritas, por lo que el lector puede entender en profundidad los puntos importantes a tener en cuenta. Asimismo, se ofrecen, de manera muy esquemática, las características del comportamiento de los niños y niñas en diferentes edades a modo de apoyo para poder utilizar en cualquier ocasión. En definitiva, es un capítulo muy práctico y completo, que ayuda a interiorizar las líneas básicas de un portafolio y sus contenidos.

Este capítulo es una guía detallada y dirigida al docente a través de las diez fases del proceso de creación de portafolios, concretadas con minuciosidad. En ella, se apuntan las características que convierten la evaluación basada en portafolios en un proceso de innovación y adaptación permanente, en el que deben probarse y revisarse nuevas técnicas de forma continuada. En cuanto a la estructura del capítulo, en la mayoría de los apartados dedicados a las fases del proceso, la información se organiza en secciones denominadas Preparación, Para empezar a..., Un paso más e Implicar a las familias. La primera, contiene información acerca de la fase inicial. La segunda, presenta una serie de procedimientos para aplicar la estrategia, y las dos secciones finales, contienen sugerencias para profundizar en la estrategia y trabajar con las familias. Junto con ello, en la descripción detallada de cada fase, se ofrecen plantillas, imágenes y ejemplos a modo de apoyo. Cabe destacar que el proceso está diseñado para ser aplicado en el orden que resulte más adecuado para el educador, ya que los sistemas de portafolios más efectivos se construyen en función de las necesidades y los intereses específicos de una comunidad educativa particular.

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