Resumen
La figura del tallerista surge en Reggio Emilia durante el siglo XX. Se propuso incluir a una persona especialista en artes dentro de las escuelas infantiles que colaborara con los docentes para trabajar todo lo relacionado con el arte y la escuela. Este modelo ha influido en muchísimas corrientes pedagógicas, pero ¿cuál ha sido el impacto en nuestros centros? Este estudio analiza cómo tres talleristas de nuestro entorno contribuyen al proceso de aprendizaje infantil, afrontando limitaciones y fomentando el diálogo con los equipos educativos.