HACER MUSICA

La desigualdad denuncia la mayor de las privaciones: la falta de oportunidades. Por la música hemos aprendido que cuando individuos y sociedades caen víctimas de la desigualdad, surgen las frustraciones personales y se potencian los conflictos. Miles de talentosos niños y niñas de hoy nunca serán músicos sin un maestro que, además de enseñarles a apreciar la música, ponga un instrumento en sus manos y le transmita conocimiento. La educación es la madre de todas las oportunidades, es un canal para romper la desigualdad. Una orquesta es un gran ejercicio contra la desigualdad. En una orquesta todos somos iguales ante la obra, pero también interdependientes. La música tiene que ver con la condición humana. La música es un idioma de igualdad e integración. Y haciendo música con inteligencia y con amor, se pueden combatir no solamente la droga y el crimen, sino muchos otros males de la sociedad. Esta es la enseñanza de la música como metáfora social. Por eso es importante que podamos trasladar la forma de hacer música a la vida cotidiana de nuestras sociedades.

Hacer música es un valor en muchos sentidos. Junto a la actividad de los músicos profesionales y del público en general como consumidores de música, se pone la atención en otros tantos ámbitos de la experiencia humana donde la música ejerce un poderoso protagonismo, pues la música pertenece a todos de muchas maneras. Un valor que se sustenta en la manera de hacer música armoniza el yo y el nosotros, conjuga el pensamiento y la emoción, y constituye una experiencia de construcción de orden y de encuentro de sentido. De ahí surgen numerosas iniciativas personales y sociales en las que la música ejerce una función importante como factor del desarrollo personal y de la comunidad, del bienestar físico y mental, del aprendizaje y del compromiso por el cambio social. Se indican algunas de estas experiencias de hacer música para ganar calidad de vida y como expresión de un compromiso social.

En este artículo se reflexiona sobre cómo el canto coral puede contribuir al desarrollo personal y social de las personas que lo practican. En primer lugar se presenta una síntesis de asertos que desde diferentes corrientes de la psicología nos aproximan al concepto de desarrollo personal desde los que fundamentar las conclusiones finales. Para ello se aportan algunos ejemplos de experiencias llevadas a cabo mediante el canto coral en diferentes entornos sociales y culturales enfatizando sus aspectos más relevantes en este sentido.

Tomando como referentes los planteamientos de la pedagogía crítica, me acercaré al análisis de la práctica sobre educación musical realizada en el IES Violant de Casalduch de Benicàssim durante los cursos académicos 2008-2009 y 2009-2010. El musical Èrik, història d'un fracàs («Érik, historia de un fracaso») es una práctica educativa que, partiendo de «hacer música», contempla de forma crítica la evidencia de una realidad social próxima al mundo educativo (el fracaso escolar); parte de la consideración contextual y social de la música, y lo hace teniendo en cuenta la cultura adolescente con la finalidad de aproximar el tema tratado al alumnado protagonista. Con esta práctica educativa, el profesorado del departamento de música del centro hemos pretendido abrir un debate sobre la responsabilidad social del fracaso escolar, tratando de generar reflexión y, por tanto, de suscitar posibles cambios en la forma de pensar y actuar de todos los agentes implicados en la educación.

El estudio de casos es una estrategia didáctica especialmente adecuada para favorecer el aprendizaje de competencias y para facilitar la relación entre teoría y práctica. Aunque los casos pueden ser de distintos tipos, existen algunas consideraciones generales que tener en cuenta para que cumplan una función didáctica. Como toda estrategia, el uso de casos tiene muchas posibilidades pero también algunas limitaciones. En el artículo se comenta, a título de ejemplo, un proyecto de casos en red para la formación de profesorado.

La improvisación y la composición son dos objetivos bastante olvidados en la formación musical. El propósito de este artículo es desarrollar la competencia de los profesores para dirigir la clase de composición en grupo, potenciar su uso proporcionando recursos y herramientas para llevarla a cabo en el aula, a partir de la aplicación de la improvisación como herramienta de desarrollo de ideas musicales, y practicar procedimientos de la composición colectiva en el aula con los diferentes sistemas: tonal, pentatónico y modal. Estos recursos podrán ser utilizados tanto en educación musical secundaria como en la clase de lenguaje musical o de instrumento de conservatorios y escuelas de música.

Las sociedades musicales no solo desempeñan una importante labor artística y de difusión cultural, sino que también llevan a cabo una relevante tarea como aglutinadoras, cohesionadoras y dinamizadoras de la población. Estas asociaciones fomentan, a través de sus escuelas y de sus bandas, la convivencia, la socialización, la integración y el civismo, al tiempo que propician el aumento del bienestar y de la felicidad de las personas. La Sociedad Unión Lírica Pinosense es una buena muestra de lo que estamos diciendo.

El objetivo de esta comunicación es intentar reflexionar cómo a partir de una actividad formativa organizada por el Centro de Profesorado de Motril sobre actualización de la didáctica musical se generan grupos de trabajo en once centros educativos. Estos grupos de trabajo habían planificado sesiones guiadas con el alumnado impartidas por el profesor Juan Rafael Muñoz para favorecer la incorporación al aula de las actividades musicales diseñadas en ellos. Concretaremos esta experiencia en uno de los centros, donde la música, además de contribuir al desarrollo de la competencia cultural y artística, facilita el desarrollo de otras competencias básicas y sobre todo incide significativamente en la mejora de la convivencia.

La planificación de la programación anual de música, para los distintos niveles educativos de educación infantil y primaria, se puede plantear a partir de contextos de trabajo como las fiestas, las celebraciones y conmemoraciones que se desarrollan en el centro a lo largo del curso escolar. A través de estos contextos podemos compatibilizar el tratamiento de los objetivos y contenidos propios de cada nivel con el conjunto de actividades de carácter general que se recogen en el Proyecto Educativo de Centro. Este es el modelo de programación que desarrollo en el CEIP Saint Sylvain D'Anjou en Vícar (Almería) y que posibilita que la música sea un elemento básico para la convivencia de la comunidad educativa del colegio.

Hacer música para conmemorar una celebración con niñas y niños de todas las edades; hacer música para las niñas y niños de un aula hospitalaria mientras están ingresados; hacer música en un centro de acogida para los que no tienen techo; hacer música en un centro penitenciario. El alumnado de Magisterio Musical también puede hacer música en contextos tradicionalmente no habituales que permiten la aplicación de los conocimientos y las experiencias adquiridas y potencian la educación en valores. Todo ello a través de la coordinación docente de varias asignaturas de su plan de estudios, en el marco del EEES.

Al decir que hemos hecho o hemos leído una entrevista, entendemos que hemos recabado información sobre alguien. Es decir, que el entrevistado nos ha expresado sus opiniones acerca de sus intereses, sus competencias profesionales, sus responsabilidades sociales o sus gustos personales. En este espacio de Historias de vida nuestro entrevistado es el Dr. Nicolás Oriol, lo que nos conduce, como nuestros lectores ya imaginan, a conocer y recordar aspectos de la historia de la educación musical en España en las últimas décadas.