Resumen
El texto describe la evolución vocacional de la autora hacia la evaluación formadora, iniciada con la implementación de la reforma educativa LOGSE en la década de 1980. La autora participó en un plan de formación institucional entre 1988 y 1996 que impulsó un amplio trabajo en la enseñanza interdisciplinaria de ciencias y matemáticas, bajo el asesoramiento de Jaume Jorba y Neus Sanmartí. La experiencia llevó a la reflexión sobre la evaluación y la diversidad, desarrollando herramientas y estrategias para la regulación continua de los aprendizajes. El proceso promovió además la cooperación en el aula, el uso de estrategias asertivas para la coevaluación y la profundización en el uso del lenguaje desde todas las áreas. El resultado de años de investigación fue muy satisfactorio para alumnado y profesorado, que aprendieron a regular el aprendizaje y a acompañarse mutuamente en este proceso.